Recién amanecido

24 de febrero de 2011

 

Cada mirada ensordece mi camino,

Y ya según lo que van repitiendo mis latidos,

Es fácil esperar que retire lo prometido.


¡Es que olvidarte resulta tan ambiguo,

Como querer reparar a este corazón adolorido,

Que insiste en recordarte más que como tú amigo,

Buscándote como esposo, amante o bandido!


¡¡Quiera Dios que se cumpla con lo requerido!!

Que el destellar de tus ojos, combine con el fuego herido;

Que aquel que buscas como tú amante, o eterno bandido,

Se fije un poco más en el presente, que en el pasado destruido.


¡Es que perderte suena a papel molido!;

Una redundancia del quehacer del que fue mordido,

Por tus labios, por tú olor y por tú amor confundido,

Que espera que en otro momento: "Tú y yo, con el cielo recién amanecido".