T.E.A.M.O.

26 de junio de 2008

 

Ocurre que a cada resplandecer de nuestra vida, las palabras van perdiendo el significado de lo que intentamos explicar. Y para peor, se empiezan a convertir en solo eso: "palabras".

No es el fin de este escrito decirte que no he logrado dar con ese enigma que me provocaban los sentimientos, ni tampoco comentarte lo inusual que llega a ser mi falta de palabras a la hora de nuestro asalto.

No amor, es solo que no se puede definir el sabor del aire en tu boca, ni siquiera intentar dar 3 palabras a la funcion amortiguadora de cada uno de los latidos que siento al tocarte, ni mucho menos darle explicacion a lo atonito que quedo por cada una de tus preguntas.

No logro transferir todo lo que conlleva recordar cada una de tus pestañas.
No sé dar a entender la necesidad de tu abrazo.
No puedo definir el amor en una frase.